Probamos la mochila Shimano Unzen 10

A primera vista este producto de Shimano pinta muy bien: cuerpo elástico, cremalleras laterales para facilitar el acceso, compartimento para la bolsa de agua separado del principal, bolsillo para objetos delicados con forro polar, pequeño bolsillo con llavero, bolsillos laterales elásticos con cierre con velcro, una buena posición del la boquilla del tubo de hidratación, sujeción por arnés...

Pero lo cierto es que, después de unos cuantos meses con ella a la espalda, hay dos aspectos negativos que a nuestro entender le restan muchos puntos a a este producto.
Por un lado, aunque la mochila es ligera y cómoda, lo cierto es que el peso se "acumula" en su parte inferior lo que, junto con la falta de una correa de sujeción en esta zona, hace que la mochila se mueva demasiado hacia los lados, lo que a veces resulta bastante molesto.

Por otra parte, el tejido elástico permite variar mucho la capacidad de carga de la mochila, pero el problema está en que se descose fácilmente por los bordes (como prodréis observar en la imagen adjunta) por lo que en la práctica hay que tener cuidado de no llenarla demasiado.