Después de toda la temporada de invierno con él montado en la rueda trasera sólo podemos decir una cosa: puede parecer que su precio es algo elevado pero merece la pena pagarlo. Es realmente eficaz, ligero y con un diseño que nos parece muy acertado. Visualmente encaja a la perfección con el resto de la bici y os aseguramos que os mantendrá secos y a salvo de salpicaduras.
Es fácil de montar y desmontar y ha demostrado ser resistente siempre que seamos cuidadosos a la hora levantar la bicicleta sobre la rueda trasera (al subirla en el ascensor o bajarla por unas escaleras es fácil golpear el guardabarros). Por tanto, aunque su coste sea superior al de otros modelos, podéis estar seguros de que resultará una inversión rentable y duradera.
También existe un modelo para bici de montaña que no hemos tenido oportunidad de probar todavía pero que , a simple vista, nos parece que está demasiado expuesto a los golpes y caídas habituales en el ciclismo de montaña .
En resumen: ¡una compra totalmente recomendable!
